Sin vituallas ni explicaciones
Radio Martí
La Dama de Blanco María Esther Blanco Aguirre llegó ilusionada a la oficina de correos de Moa. Sabía que un paquete con alimentos enviados desde Estados Unidos había llegado para ayudarla con la jaba que en cada visita a la cárcel Cuba Sí de Holguín lleva a su esposo, el preso político Próspero Gainza Agüero, condenado a 25 años de prisión cuando la Primavera Negra de Cuba.
Entró contenta al edificio. Suponía que en esta ocasión no tendría que zapatear todo el pueblo para conseguir los bastimentos que llevaría a Próspero. El paquete era su esperanza. No sospechaba que unas manos negligentes -o mal intencionadas- le habían deshecho sus ensoñaciones.
Cuando le entregaron el envío, el paquete estaba roto, los alimentos se habían descompuesto, las latas abolladas y el sueño destrozado. Sintió que el pecho se le incendiaba. No podía concebir que eso estuviera ocurriendo. Quiso obtener explicaciones y le respondieron con evasivas.
Acusó a los directivos del correo. Responsabilizó a la policía política cubana. Y, al borde de la desesperación, dio un grito de: Abajo Fidel, abajo Raúl. Y la gente se arremolinó a su alrededor y le dejaron entrever que lo sucedido era una orden de la Seguridad del Estado.
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Autor: Radio Martí