Laura Pollán condena las agresiones del pasado domingo durante la tradicional marcha de las Damas por La Habana
Laura Pollán, como el resto de las Damas de Blanco, premiadas con el Premio Sajarov de la Unión Europea, es una mujer que desde 2003 reclama la libertad de su esposo, condenado por expresar libremente sus opiniones ideológicas. En conjunto, ellas representan la voluntad de sus familias y no se identifican con reclamaciones de índole política.
Acerca de lo ocurrido el domingo 9 de diciembre, me contó de la presencia de las Damas de Blanco en un recorrido de más de un kilómetro por el municipio Playa hasta la sede de la Asamblea Nacional para reclamar una respuesta sobre la situación de los 59 encarcelados que restan en prisión del grupo de los 75 y también para refrendar una vez más su actitud de paz y amor al ofrecer flores en señal de reconciliación.
A cambio, las Damas de Blanco fueron injuriadas y agredidas verbalmente por un grupo para militar organizado por las fuerzas represivas del régimen, quienes pretenden identificarlos como “la respuesta del pueblo indignado”.
A pesar de todo lo padecido, las Damas de Blanco no perdieron su compostura y continuaron su peregrinar hasta el parque Gandhi donde colocaron otras ofrendas florales.
Pero lo más hermoso para la Sra. Laura Pollán de Maseda fue la solidaridad y el apoyo demostrado por un grupo de mujeres de diferentes nacionalidades que viajaron a La Habana para hacer acto de presencia junto a las Damas de Blanco ese domingo. En opinión de la Sra. Pollán, fue un gesto hermoso porque esas mujeres vinieron a darle su solidaridad y apoyo desde sus países, mujeres de América Latina y de Europa.
Asimismo, mi interlocutora no pudo dejar de destacar otro hecho ocurrido, cuando después de montar en un ómnibus P-1 del servicio de transporte público urbano, sufrieron una repugnante y dura agresión verbal de dos hombres que subieron después de ellas al vehículo y lanzaron fuertes groserías e indecencias contra ellas, al tiempo que exhortaban a gritos a los demás pasajeros a desmontarlas por la fuerza del transporte.
Al hacer acopio de paciencia y compostura ofrecieron la mejor respuesta a tal insoportable actitud, de tal manera que el resto de los viajeros mostró cuánta reserva de urbanidad y decencia aún le queda a muchos cubanos de a pie y rechazaron los insultos y las reclamos de sumarse a la agresión verbal de esos jenízaros, a todas luces parte de las fuerzas represivas. En esta oportunidad, los provocadores no tuvieron éxito en su maniobra y demostró cómo los cubanos decentes se enfrentan a tales deleznables actitudes.
Agradecido por las palabras de la Sra. Pollán, una de las más destacadas Damas de Blanco, una profesional de la educación en Cuba, una mujer cubana digna, dejamos su casa modesta llenos de satisfacción por este encuentro
Autor: Cubanet