Voces de mujeres que se rebelan contra la injusticia y que se han convertido en portavoces de los derechos humanos de aquellas que no tienen voz y que trabajan a favor de sociedades libres y justas, se hicieron presentes en Madrid en la conferencia “Otra forma de construir el mundo”, una de las diversas festividades para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres.

“Este espacio surge para poner de relieve la labor que mujeres de todo el mundo realizan a la hora de construir sociedades más libres y democráticas”, consideró la delegada de Familia y Servicios Sociales, Concepción Dancausa, al inaugurar la conferencia.

El trabajo que realiza la población femenina a favor de sociedades más igualitarias fue calificado por Dancausa como “una labor callada y denostada” por lo cual surge la iniciativa de reunir a portavoces de organizaciones en Madrid en la conferencia “Otra Forma de Construir el Mundo”.

Bat Shalom (Mujeres de Negro) de Jerusalén; la Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz-IMP; la organización francesa “Ni putas ni sumisas”; Proyecto Malinowka; la Fundación Érguete de madres contra la droga en Galicia; las Damas de Blanco de Cuba y el Grupo de Abuelas Acogedoras en Madrid, fueron las organizaciones que a través sus portavoces participaron en esta conferencia.

La periodista e historiadora María Teresa Álvarez, quien también participó en el acto inaugural, calificó la situación de la población femenina “sobre aguas pantanosas” pues los triunfos y conquistas construidas por mujeres en la historia no son reconocidas ni visibilizadas.

Al explicar la realidad que atraviesa la población femenina en pleno siglo XXI, Álvarez se remitió a la historia de España y desde ese prisma expuso la condición femenina, pues para la escritora “es importante hacer presente la lucha y conquista de las mujeres en ciertas etapas. Se cumplen 200 años de la presencia francesa en este país, las mujeres marcaron esa etapa con su lucha frente a las tropas francesas”.

María de Molina, María Cristina de Hamburgo, Manuela Malasaña, Clara del Rey, Agustina Zaragoza, y Manuela Sancho, fueron algunas de las mujeres señaladas por la historiadora como “protagonistas que intentaron en su momento mejorar la calidad de vida y anteponerse para organizar a otras mujeres y unir fuerzas a favor de sociedades de paz y justicia”.

“Si cambiamos nuestro mundo personal, podemos transformar este mundo y nuestro entorno. Las mujeres son elementos activos dentro de estas transformaciones, pues participan en sus realidades y problemáticas, ellas contienen una luz de esperanza”, declaró a AmecoPress Irina Gruschewaja, portavoz del Proyecto Malinowska.

Malinowska es un proyecto destinado principalmente a mujeres y niñas que viven en las zonas contaminadas por Chernobyl y que fueron trasladadas a Minsk, con el objetivo de evitar que sean captadas por redes de tráfico de mujeres con fines de explotación sexual, ofreciéndoles alternativas de trabajo, realizando acciones de educación sexual y prevención del SIDA, y apoyando su inserción social y laboral.

La participación y el involucrarse directamente con las problemáticas que atañen a las mujeres fueron los principales elementos que consideró Gruschewaja como “bases de transformaciones positivas en las sociedades”.

Quienes también aprovecharon el encuentro para lanzar un mensaje a todas las mujeres del mundo fueron también las Mujeres de Negro de Jerusalén, a través de su portavoz Amira Gelblum.

“Desde Madrid hacemos un llamamiento a todas las mujeres del mundo para que participen y se involucren en una lucha que ya es mundial, la lucha de las mujeres” declaró a AmecoPress Amira.

El movimiento de Mujeres de Negro surgió en 1988 en Jerusalén Occidental cuando ocho mujeres feministas salieron a la calle para manifestarse públicamente, vestidas de negro y en silencio, en protesta contra la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel, al tiempo que intentaban establecer puentes de paz entre las mujeres palestinas e israelíes.

La organización francesa “Ni putas ni sumisas” también estuvo presente, el nombre que se han dado es el eslogan que escogieron un grupo de mujeres procedentes de las barriadas obreras en Francia para reivindicar sus libertades y su derecho a la emancipación.

El movimiento se creó tras la “Marcha de mujeres contra los guetos y la igualdad” que se desarrolló en 2003 en Francia, y que tuvo su origen el asesinato de la joven de 17 años Sohane Benziane en 2002, con gran repercusión entre las mujeres francesas de origen magrebí.

La Fundación Érguete Integración, participó también y su objetivo es lograr la completa reinserción social de las personas que han conseguido superar la adicción, se creó a través de la Asociación de Ayuda al Toxicómano Érguete que preside Mari Carmen Avendaño desde 1984.

Y el Grupo de Abuelas y Abuelos acogedores, en la actualidad en trámite de formalizarse en asociación, surgió en Madrid a finales de los años 80 y principios de los 90 como alternativa a la situación que se vivió en muchas familias en las que, víctimas del consumo de drogas, se habían producido fallecimientos o internamientos en centros penitenciarios o asistenciales de consumidores habituales que, además, tenían hijos e hijas a su cargo.
Autor: Madrid Digital