La Dama Dolia Leal pide ayuda al Papa para salvar la vida de su marido, el preso de conciencia Nelson Aguiar
La Dama Dolia Leal teme por la vida de su esposo, el prisionero de conciencia Nestor Aguiar, encarcelado en la ola represiva de 2003. Por este motivo, Dolia ha escrito una carta dirigida al Papa Benedicto XVI, a los presidentes y jefes de gobiernos democráticos, al Secretario General de las Naciones Unidas, a las organizaciones e instituciones de Derechos Humanos, a la Cruz Roja Inrternacional y a la opinión pública, para que intercedan ante el gobienro cubano con el fin de lograr la licencia extrapenal para su marido.
Según Dolia, Nelson se encuentra entre los enfermos más graves que el gobierno no lo libera, ‘porque me condicionan a que pare mi fuerte activismo como Dama. Pero mi esposo y yo no vamos a deponer nuestra lucha por la libertad de Cuba, Nelson dice que él prefiere morir con dignidad antes que viviir indignamente, pero yo no quiero que muera como el hermano Miguel Valdes Tamayo’.
Y es que, tal y como explica Dolia en su escrito, el estado de salud de Aguiar es bastante delicado. En el mes de diciembre del 2004, Nelson fue operado de una hernia epigástrica, la que, desgraciadamente, se produjo a los cinco días. En julio del año siguiente fue intervenido por segunda vez pero debido a la debilidad de sus tejidos envejecidos y al daño causado durante los siete meses de espera, la operación no tuvo éxito y no se pudo cerrar una porción interna que ahora sólo está protegida por una malla. Nelson está invalidado de por vida para levantar pesos y doblar el torso hacia delante.
Además de esta gravísima situación, en el historial médico de Nelson también se encuentran reflejadas muchas otras patologías. Como artrosis degenerativa, hernia discal o insuficiencia venal, entre otras.
Teniendo en cuenta todos estos problemas, y las condiciones infrahumanas de las cárceles cubans. Dolia ha decido pedir ayuda para obtener la licencia extrapenal para su marido. Su objetivo, asegura, ‘es salvar la vida de mi esposo.
Autor: SEC