No ha habido sentencia alguna ni la habrá al respecto, pero cualquiera que pasee por alguna de las disímiles provincias de mi patria, sin la cámara en la mano, podrá constatar que el divorcio entre el régimen castrista y su pueblo es ya un hecho consumado.

Con dos de cada diez compatriotas viviendo sin techo o albergados el futuro es hoy más incierto que mañana, sin apenas material para cocinar una caldosa para engañar al hambre, los estómagos claman una solución, que el desgobierno cubano no podrá implementar, a un desastroso futuro que se avecina como el peor de los huracanes jamás vividos hasta la fecha. Incluso se suspendieron las caldosas oficiales, las cocinadas son casi clandestinas.

Debido al sistema implementado por el terror, durante demasiados lustros, por la tiranía castrista, muchos han decidido huir en balsa pero otros, más temerosos de los avatares que depara el océano, han vuelto ya su rostro a eso que es vulgarmente conocido como la gente de los derechos humanos, susurrado y con minúscula.

Ante la constatación de que la ayuda del gobierno se vende en moneda dura y ante la imposibilidad de acceder a ella, muchas personas se reúnen en secreto para denunciar que les demolieron la vivienda, que los llevan a un albergue o que simplemente los desalojaron para ubicar a un guapo del partido o del ejercito, como ejemplo de esto último pueden buscar en la red el atropello que el régimen ha cometido sobre un anciano opositor conocido como Monguito y cuyo único delito cometido ha sido disentir del régimen tiránico y que tras amenazas, detenciones y golpizas ha visto como le arrebataban su vivienda por la fuerza.

Ya han salido de mi patria las pruebas de que los castristas comercian con la ayuda humanitaria que les llega de los pocos países a los que se les ha aceptado. Lo hacen por dos vías, un pequeño monto se reenvía a Haití vía Jamaica para atestiguar que Castro no olvida a los demás aunque su pueblo este comiendo cables. El resto es vendido en las «chopins» en moneda dura, lo que es regalado de buena fe ya tiene precio.

El hecho de que las latas de atún, de procedencia ecuatoriana y traídas a la isla con la colaboración de una agencia española de cooperación, están siendo vendidas a un precio exorbitante ha podido ser constatado por periodistas y diplomáticos extranjeros y ha dado pié a una escalada de denuncias que detallan listas de objetos de la ayuda humanitaria y que están siendo revendidos al pueblo a precio de oro.

Castro II el Empecinado que emplea exitosamente la táctica del avestruz de esconder la cabeza como si nada pasara cuando el desaliento y la desesperanza campan por sus respetos en mi patria. Más cinta y cordel revolucionario se aplicó a la situación para moderar los precios, que desvergüenza, solo ellos pueden subir los precios, como el de la gasolina, si un agricultor osa vender su yuca a mayor precio de lo estipulado lo multan o encarcelan.

Las consecuencias de rechazar la ayuda ofrecida incondicionalmente por los países de la Unión Europea y Estados Unidos no son todavía cuantificables pues el aparato desinformador del régimen castrista ha ocultado que el desgobierno cubano ha rechazado decenas y decenas de millones de dólares en abastos que son indispensables para salir de la miseria en que los huracanes y los Castro han conseguido sumergir al pueblo.

Yo creo que es necesario que esto se sepa en mi patria de punta a cabo y considero que se debería lanzar una campaña en toda regla y a todos los niveles para conseguir que el régimen castrista acepte la ayuda pues es de todo punto inconcebible que un estado totalitario se arrostre a una tarea de reconstrucción que no va a ser capaz de cumplir y que produce un sufrimiento indescriptible en su pueblo, todo por mantenerse en el poder y no reconocer lo fallido del sistema.

Sé que para muchos es más de lo mismo pero yo debo resaltar que las condiciones de los finados en los penales castristas es desesperada, ni atención médica adecuada, ni asistencia religiosa, ni un régimen de visitas respetado y con torturas constantes, los presos subsisten casi milagrosamente y los que consigan salir lo harán con una salud tan deteriorada que los incapacitará para una vida normal, es imperiosos seguir reclamando la inmediata e incondicional liberación, sin destierro de los injustamente encarcelados.

La contrainteligencia ha desatado una campaña feroz para intimidar a los disidentes para impedir que las noticias de devastación y desasistencia tras la tragedia salgan de mi patria. También se trata de que la ayuda humanitaria que gestionan algunos sea decomisada, en esto podemos incluir a las asociaciones que pertenecen a las Iglesias e incluso se ha cursado la orden de impedir la reconstrucción de los templos destruidos por los huracanes.

En medio de todo las Damas de Blanco siguen desfilando, con Antúnez y Flamur a la cabeza otros disidentes siguen acudiendo a la SINA como el único oasis para acceder a Internet que les permita denunciar los atropellos de la tiranía sin importarles que a la salida el Aparato de la Seguridad del Estado los detenga, torture, encarcele o deporte como sucedió hace unos días tras intervenir en un programa de María Elvira Salazar y es que cuando la presentadora hace su programa muchos tiemblan en la sede de la Inteligencia cubana.

No puedo dejar de advertir que 5000 tontos útiles de la tiranía castrista han firmado un manifiesto para pedir el levantamiento del embargo estadounidense, todos están desinformados o a lo peor son unos infames.

Espero que todos esos firmantes accedan a solicitar la libertad de los presos políticos, la libertad de prensa, el libre acceso a Internet, el levantamiento de la prohibición de los partidos políticos y sindicatos independientes, el acceso a una moneda única, las licencias para ejercer una profesión libre o un negocio propio, la libertad de viajes y el resto de los derechos que la Tiranía castrista lleva hurtando a su pueblo por diez lustros.

¿Ustedes creen que lo harán? Yo tampoco.

Autor: Oswaldo Yañez (publicado en cubamatinal)