El concierto de Juanes en La Habana ocasiona la detención de más de 60 disidentes cubanos
La policía política prohibió con advertencias, amenazas y detenciones a que un centenar de disidentes asistieran al concierto de Juanes en la Plaza de La Revolución el pasado domingo 20 de septiembre.
Los mayores arrestos ocurrieron en Ciudad de La Habana. Unos 40 activistas, disidentes, periodistas y bibliotecarios fueron retenidos en sus casas y obligados a permanecer en ellas largas horas. Diversos operativos de Seguridad del Estado fueron montados en todos los distritos de la capital.
Según fuentes, las casas de los disidentes fueron visitadas desde horas tempranas o, días antes para que no participaran en el macro concierto donde asistieron figuras internacionales de la talla de Olga Tañón, Juanes, Miguel Bosé, Víctor Manuel, Orichas… entre otros.
Uno de los observadores asechados en su propia residencia fue Elizardo Sánchez Santa Cruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, quien fue objeto de vigilancia y control por un operativo secreto de la policía en su residencia en Playa. “El motivo era impedir que saliera para el concierto”, asegura el líder de la oposición.
Otros disdentes fueron detenidos en instancias policiales por varias horas como: Héctor Cruz Hernández, de Artemisa La Habana. A Hernández se le detuvo en la calle y fue enviado a una estación policial de su municipio. Se le castigó con una multa de 30 pesos por una presunta resistencia.
Días previos al concierto, los hermanos Néstor y Rolando Lovaina, miembros de Jóvenes por la Democracia fueron deportados a su provincia de Guantánamo, desde La Habana.
Agentes de la policía hicieron advertencias y amenazas con la posible encarcelación a quien desobedeciera, aseguraron algunos activistas. “Es una orden del alto mando”, les dijeron.
Segundo Rey Cabrera, secretario general del Comité Cubano por los Derechos Humanos intentando salir a la terminar en Pinar del Rio fue interceptado por policías. Le quitaron el carné de identidad y le obligaron a regresar a casa bajo advertencia.
Damas de apoyo a las conocidas Damas de Blanco sufrieron advertencias. Los periodistas Julio Beltrán, Georgina Noa, Julio Alega, Emilio Leyva, Silvio Benítez y miembros de la agrupación de bici taxistas independientes fueron asechados en las inmediaciones de sus casas por operativos de represión.
En la Plaza de la Revolución, escenario del concierto por la Paz Sin Fronteras, fue desplegado el mayor operativo de seguridad en cincuenta años de sistema totalitario. “Hay que controlar los ánimos de más de un millón de cubanos” que allí asistieron, dijo Elena una joven sorprendida por tanta afluencia policial en el evento.
Por su parte, se reforzaron los puestos de mando en toda la capital; se les pidió ayuda a reservistas de Ministerio del Interior, mientras que la totalidad de las Fuerzas Armadas se encontraban en fase de alarma.
Autos especializados de la policía, empleo de técnicas muy avanzadas de televisión y circuito cerrado, tropas especiales y brigadas antimotines estaban acuarteladas durante 48 horas antes de la cita de concierto.
Enlaces: Solidaridad Española con Cuba
Autor: Richard Roselló-Misceláneas de Cuba
