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LA HABANA.- Las Damas de Blanco llegan a su 21 aniversario en pie de lucha exigiendo la libertad de todos los presos políticos de Cuba, y con el antecedente de haber contribuido a la liberación de los encarcelados en 2003 por el régimen cubano durante la llamada Primavera Negra.

Sin embargo, el grupo, creado el 30 de marzo de 2003, sigue siendo objeto de represión y hostigamiento. Son víctimas de detenciones arbitrarias, agredidas por la policía y difamadas en los medios de comunicación estatales, cuando su lucha siempre se ha caracterizado por ser pacífica.

En sus inicios, el movimiento Damas de Blanco estuvo integrado por las esposas, madres e hijas de los detenidos durante la llamada Primavera Negra, en Cuba. Los días 18,19 y 20 de marzo de 2003, el régimen encarceló a 75 disidentes, activistas y periodistas independientes en una ola represiva. Estas personas fueron luego condenados en juicios sumarios a elevadas penas de hasta 28 años de cárcel.

Desde ese entonces, estas mujeres comenzaron a asistir a misa todos los domingos en la iglesia de Santa Rita, en La Habana, y luego hacían una caminata por el sector. Siempre iban vestidas de blanco y llevaban fotos de sus familiares presos. En poco tiempo se le fueron uniendo otras mujeres en toda la isla, cuyos familiares eran presos políticos, y en poco tiempo el movimiento se convirtió en un símbolo de la disidencia.

La Unión Europea (UE) y las ONG Human Rights Watch y Amnistía Internacional criticaron la oleada de arrestos y condenas de los 75, calificándolos de políticos.

Entre 2005 y 2011 fueron liberados los presos políticos de la Primavera Negra.

“Creamos una nueva familia, mujeres que no nos conocíamos, que no estábamos alineadas a ningún grupo político, pero que salimos con un mismo dolor todas a defender, a exigirle al régimen cubano la libertad de nuestros seres queridos”, ha dicho Berta Soler, una de las fundadoras y actual líder de la organización.

Soler es esposa del expreso político de la Primavera Negra, Ángel Moya, quien fue condenado a 20 años de cárcel. No obstante, al día de hoy continúan siendo reprimidos.

En tanto, la fundadora del grupo, Laura Pollán, fue una maestra de profesión y esposa del preso de los 75, Héctor Maseda Gutiérrez, condenado a 20 años de cárcel. Pollán falleció el 14 de octubre de 2011 después de sufrir un paro cardiopulmonar en un hospital de La Habana.

El pasado lunes, las Damas de Blanco denunciaron nuevos arrestos en las provincias occidentales de La Habana y Matanzas.

Soler y su esposo Ángel Moya fueron detenidos a la salida de la sede de las Damas de Blanco, cuando se dirigían a misa.

Junto a Soler y Moya, el pasado domingo también fueron aprehendidas cinco mujeres que integran el movimiento en las localidades de Colón y Perico, en la provincia de Matanzas, y dos de La Habana, cuando iban a misa.

A finales de febrero, Soler sufrió dos arrestos de corta duración en una semana. Entre ambas detenciones arbitrarias transcurrieron solo 48 horas, según las denuncias de la opositora y su esposo en las redes sociales. En esa ocasión, Moya señaló que «los arrestos fueron grabados por los agentes de la Seguridad del Estado con sus teléfonos celulares y por las cámaras de vigilancia que apuntan a la sede de las Damas de Blanco».

En 2005, las Damas de Blanco recibieron el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo. Actualmente, la organización es una de las más destacadas en la lucha por los derechos humanos en Cuba.