Cuba: ¿cara nueva para una diplomacia nueva?
Rio Negro
Con la sustitución al frente de la Cancillería cubana de Felipe Pérez Roque por Bruno Rodríguez, el gobierno de Raúl Castro ha hecho un cambio drástico en su cara externa, en momentos en que la isla se encuentra en medio de una intensa ofensiva diplomática y que las perspectivas de un eventual diálogo con Estados Unidos son las más favorables en décadas.
Felipe Pérez Roque, canciller de la isla durante una década -y el más joven en ocupar ese puesto en Cuba-, es una persona fuertemente vinculada con el ex presidente Fidel Castro, de quien fue mano derecha durante siete años y era considerado su ‘delfín’.
En los casi diez años en los cuales estuvo al frente de la diplomacia cubana, Pérez Roque asumió la fuerte retórica ‘antiimperialista’ que marcaba los discursos de su mentor, sobre todo durante la administración de George W. Bush.
‘No era un ministro; era un repetidor de lo que decía Fidel Castro para el exterior’, sostiene la cofundadora de las Damas de Blanco Miriam Leiva.
Por el contrario, Bruno Rodríguez, un periodista y diplomático de 51 años, ha mantenido un perfil más bien bajo en este aspecto. A ello se une que cuenta con la experiencia de haber sido embajador de Cuba ante Naciones Unidas -es decir, vivió unos años en Estados Unidos- y de haber estado durante el último lustro a cargo de las relaciones con América Latina dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, del que era viceministro primero.
Dos frentes por tanto, Estados Unidos y América Latina, que parecen estar en la mira directa de Raúl Castro.
En los últimos seis meses, Cuba salió progresivamente del fuerte aislamiento internacional en el que se encontraba, restableciendo el diálogo político y la cooperación con la Unión Europea y estrechando alianzas con Rusia y China y, sobre todo, con América Latina. Cuba no sólo ingresó, en diciembre, como miembro pleno del Grupo de Río y escuchó fuertes llamamientos a favor de su reintegración en la OEA. Además, en lo que va del año ya suman ocho los presidentes latinoamericanos que han visitado la isla; los dos últimos, los de República Dominicana y de Honduras. Y todos y cada uno de ellos han abogado sin tapujos por que Washington levante su embargo contra la isla, así como a favor del diálogo con el nuevo gobierno de Barack Obama. Un diálogo que el propio Raúl Castro ha considerado posible, bajo ciertas condiciones, eso sí, mientras que desde Washington también surgen señales inéditas de acercamiento.
En este marco, el cambio al frente de la jefatura de la diplomacia cubana no ha tomado a casi nadie por sorpresa aunque, más allá de coincidir en que supone ofrecer una cara más ‘amable’ hacia el exterior, el alcance del relevo de Felipe Pérez Roque por el diplomático Bruno Rodríguez respecto de Washington no es un movimiento que muchos se atrevan a evaluar aún. ‘Podría interpretarse como la búsqueda de un rostro más amable’, señala el opositor moderado Manuel Cuesta Morúa.
Pérez Roque ‘está quemado en las relaciones políticas de Cuba con respecto a Estados Unidos en una dirección que no es la del diálogo sino de la confrontación’, considera. Frente a ello Rodríguez Parrilla supone ‘un rostro más amable, alguien que estuvo allí como embajador ante la ONU y más bien un técnico de la política’.
Según el portavoz de Arco Progresista, Rodríguez Parrilla, ‘no podría ser asociado nunca al ala dura del gobierno cubano’ y su designación ‘podría ser interpretada como un guiño’ a Washington en la nueva era que se inicia con Obama. Sin embargo, para Geoff Thale, de la Washington Office for Latinamerica, ‘más que una señal para Estados Unidos, el mensaje (del cambio de canciller) es de consolidación del poder y liderazgo’ de Raúl Castro.
Aun así el nuevo mandatario cubano ‘ha mostrado ser más flexible en términos de apertura económica y ha manifestado que desea hablar con la administración Obama’.
Está por verse si tanto La Habana como Washington son capaces de seguir dando pasos de acercamiento real tras décadas de confrontación. Una cara nueva, en este caso, quizá pueda dar el empujón necesario, sobre todo produciéndose el ‘gesto’ en vísperas de la crucial Cumbre de las Américas.
Enlaces: Solidaridad Española con Cuba
Autor: Rio Negro/Silvia Ayuso-DPA