Próximo a cumplirse el segundo año del Período Fidel Castro Ausente-Presente, poco ha variado después de la cesión provisional de su poder el 31 de julio de 2006, y el nombramiento de Raúl Castro como Presidente el 24 de febrero pasado. Los cambios estructurales y de concepto prometidos por el nuevo mandatario no han llegado y el cubano pierde las esperanzas. Su discurso del 11 de julio durante la clausura de la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular parece un nuevo despegue, pero el escepticismo se ha adueñado del pueblo, provocado por las Reflexiones del líder histórico y guía ideológico diciendo lo contrario de lo augurado por su sucesor. Además, las colgadas únicamente en el sitio Cubadebate de Internet aunque no resultan accesibles a la mayoría de la población, se conocen y ahondan la incertidumbre. Por ahora, se aguarda el discurso del Presidente el 26 de Julio, pero se temen más cambios cosméticos y represión reformada.

En este contexto, la Unión Europea había decidido el 18 de junio levantar las medidas adoptadas en 2003 hacia el gobierno de Cuba, ¨para facilitar el proceso de diálogo político y permitir el uso pleno de los instrumentos de la Posición Común de 1996¨. Las medidas comprendían el cese de la cooperación, los intercambios culturales, las visitas de alto nivel y la invitación a representantes de la oposición interna a las recepciones por las fiestas nacionales. Esta última fue la más repudiada por las autoridades cubanas que respondieron con el ¨congelamiento¨. No se recibía diplomáticos de la UE en organismo o institución, en un país donde todo es controlado por el Estado.

Motivó esas medidas la gran ola represiva en marzo de 2003, cuando 75 pacíficas personas fueron condenadas a penas de hasta 28 años de cárcel, y tres jóvenes negros fusilados sólo por haber secuestrado un barco para fugarse del país sin cometer hechos de sangre, mientras se mantenía el fuerte hostigamiento a la oposición pacífica y la familia de los reos. Muchos países de la UE enviaron sus diplomáticos a los juicios sumarios, aunque no pudieron ingresar a los tribunales.

Lamentablemente, 55 de aquellos reos son mantenidos en muy precarias condiciones carcelarias y 9 de los que recibieron licencia extrapenal por serias enfermedades, y que permanecen en Cuba, la mayoría porque no reciben permisos se salida, pueden ser regresados a prisión en cualquier momento. Miguel Valdés Tamayo, falleció por sus complicaciones cardíacas. Tampoco se aprecian avances en las libertades fundamentales y el respeto de los derechos humanos.

Las Conclusiones del Consejo de la UE, por una parte eliminan las medidas, que habían sido suspendidas en junio de 2005 a instancias de España; y por otra fija sus posiciones claramente en 5 puntos, resultado de un arduo proceso de análisis y discusiones, con conceptos de fundamental interés para el pueblo cubano. Concluyen con la precisión de que ¨con ocasión de la revisión anual de la Posición Común, el Consejo procederá, en junio de 2009, a una evaluación de sus relaciones con Cuba, incluida la efectividad del proceso de diálogo político. A partir de esa fecha, el diálogo proseguirá si el Consejo decide que ha sido efectivo habida cuenta en particular de los elementos que figuran en el segundo apartado…¨

En cuanto a los puntos en sí, luego de tomar nota de los cambios emprendidos por el gobierno cubano y el aliento a introducirlos, el ¨segundo apartado¨, lo llama a que mejore de forma efectiva la situación de los derechos humanos mediante, entre otras cosas, la liberación incondicional de todos los prisioneros políticos, incluidos los detenidos y condenados en 2003; facilite el acceso a las prisiones de organizaciones humanitarias internacionales; ratifique y aplique el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y culturales, recientemente firmados, y haga realidad el compromiso con los derechos humanos que mostró al firmarlos.

El Consejo confirmó su compromiso con la Posición Común de 1996, reafirmó su determinación a proseguir un diálogo con las autoridades cubanas, así como con representantes de la sociedad civil y de la oposición democrática para fomentar el respeto de los derechos humanos y el avance real hacia una democracia pluralista; y reiteró su llamamiento al Gobierno cubano para que conceda libertad de información y expresión, incluido el acceso a Internet.

Además señala que desde junio de 2007 han tenido lugar a escala ministerial entre la UE y Cuba y de forma bilateral debates previos sobre la posibilidad de iniciar un diálogo, que debería abarcar todos los ámbitos potenciales de cooperación, incluidos los sectores políticos, de los derechos humanos, económico, científico y cultural, y efectuarse sobre una base de reciprocidad, incondicional, no discriminatoria y orientada a conseguir resultados. Se menciona que durante las visitas de alto nivel deberían abordarse siempre las cuestiones relativas a los derechos humanos y, si procede, se reunirán con la oposición democrática.

Hasta el presente el gobierno cubano no ha reaccionado oficialmente a las Conclusiones del Consejo de la UE. Fidel Castro las llamó hipócritas en unas Reflexiones publicadas en Cubadebate. El Presidente Raúl Castro las evocó el pasado 11 de julio cuando al referirse a declaraciones del gobierno de Estados Unidos dijo: ¨Aunque aquí nadie les ha pedido opinión, reitero que jamás adoptaremos decisión, ¡ni la más mínima!, como resultado de la presión o el chantaje, venga de donde venga, de un poderoso país o de un continente entero… También recordamos cuando en 1996, bajo la misma batuta imperial, los países de la Unión Europea adoptaron la llamada ¨posición común¨ contra Cuba.¨

Por otra parte, la muy complicada situación política, económica y social cubana aconseja con premura no sólo los cambios internos, sino también la recomposición de las relaciones con los principales actores de la política y la economía internacional. Ejemplos hay actualmente sobre la búsqueda de entendimiento en añejos conflictos mundiales; se han apreciado resultados promisorios respecto a Corea del Norte, incluida la mejoría con Estados Unidos; y en la Cumbre de los Países Mediterráneos en París donde se aproximaron Israel, Palestina, Siria y Líbano. Cuba no debe ser una excepción.

Autor: Miriam Leiva