Declaración de las Damas de Blanco sobre la liberación de los 4 prisioneros de conciencia de los 75
La liberación de José Gabriel Ramón Castillo, Pedro Pablo Álvarez Ramos, Omar Pernet Hernández y Alejandro González Raga, integrantes de los 75 prisioneros de conciencia de la Primavera Negra del 2003, nos llena de satisfacción. En tal sentido reconocemos las gestiones del gobierno de España para alcanzarla y agradecemos los esfuerzos realizados para el traslado de ellos y sus familias a Madrid, así como la asistencia médica que recibirán.
No obstante, quedan en las cárceles de Cuba 55 integrantes de los 75, en condiciones deplorables y la mayoría con serias enfermedades. Todos deben ser liberados inmediata e incondicionalmente, ya que no han cometido ningún delito, sino que se esforzaron por ejercer su derecho a la libre opinión, de manera pacífica y constructiva por el bien de nuestra Patria. Igualmente, los 9 con licencia extrapenal por motivos de serias enfermedades, que permanecen en Cuba, deben tener libertad incondicional.
Cuando nuestro país transita por un período único en su historia, las máximas autoridades reconocen públicamente los innumerables problemas existentes, que fueron alertados oportunamente por integrantes de los 75, y se avizoran cambios estructurales y de conceptos, es mucho más injusta la permanencia en las cárceles de nuestros prisioneros de conciencia.
Bajo ninguna circunstancia, ellos deben continuar encerrados con presos comunes y su liberación no debe estar vinculada a la de tales reos, ya que los 75 NO COMETIERON NINGÚN DELITO. Si bien los presos comunes merecen condiciones apropiadas de prisión, atención médica adecuada y asistencia jurídica, no puede olvidarse que el gobierno de Cuba no reconoce la existencia de prisioneros de conciencia ni políticos, por lo que busca cualquier subterfugio para falsear la realidad.
Igualmente, la liberación de personas que están sometidas a un régimen de extrema severidad desde hace 5 años, sin que se haya logrado doblegarlas en sus convicciones, no debe estar condicionada al destierro. Cada uno debe decidir si desea marcharse de Cuba y cuando hacerlo. Es comprensible que ellos aspiren a recibir tratamiento médico confiable y de calidad, así como llevar una vida normal junto a sus familias, que también han sufrido los rigores de una condena no merecida y las tensiones de la represión, y por tanto pueden desear marchar al extranjero, PERO EN NINGÚN CASO DEBERÍA SER CONDICIÓN PARA RECIBIR LA LIBERTAD.
Esperamos que la liberación de estos 4 prisioneros de conciencia sea el comienzo de la libertad incondicional de los 55 restantes, así como de los demás prisioneros políticos pacíficos cubanos.
Agradecemos profundamente las gestiones de gobiernos y altos dignatarios, y aspiramos a que en sus negociaciones con las autoridades cubanas no admitan que se lesione la dignidad mantenida por nuestros prisioneros, así como que se esfuercen por contribuir a alcanzar la libertad de los 55.
DAMAS DE BLANCO La Habana, 16 de febrero de 2008
Autor: Damas de Blanco