Carta de Reina Luisa Tamayo Danger a Raúl Castro Ruz
Payolibre
Mi nombre es Reina Luisa Tamayo Danger, madre del fallecido Orlando Zapata Tamayo.
Como todos conocen, en los días pasados el gobierno que usted preside ha dado por la televisión nacional puntos de vista parciales sobre el desenlace de la muerte de mi hijo y también los esfuerzos supuestos que hicieron los médicos cubanos para salvar la vida de Zapata.
Tengo la necesidad de responder y exigirle a usted futuros procedimientos para que se esclarezca la realidad de los hechos, pues con dolor profundo observo los métodos usados por el gobierno cubano para minimizar la muerte de mi hijo y desacreditar moralmente a quien fue un opositor al régimen comunista de La Habana.
Primeramente se publicó en el periódico Gramma del 27 de febrero del 2010 un titular que decía «¿Para quién la muerte es útil?» donde se intenta aportar el verdadero motivo que llevó a mi hijo a la huelga de hambre subvalorando el papel de sus hermanos de lucha y acusando a los Estados Unidos como responsables de la muerte de Zapata. ¿Por qué el gobierno cubano no se ha dignado a explicar las causas originales de su protesta?
Orlando Zapata Tamayo inició su huelga el 3 de diciembre de 2009 cuando fue trasladado para la prisión de Camagüey, y no el día 8 como refieren los medios de la televisión nacional.
Anteriormente había recibido golpes que le dejaron marcas en su cuerpo que trajeron consigo una intervención quirúrgica en el cerebelo debido a un hematoma producto a un golpe con «tonfa», del cual se pudo recuperar. Personalmente vi las secuelas de los golpes dados por los militares en la prisión de Holguín. Eso ocurrió el 2 de diciembre de 2009, un día antes del traslado a la Prisión de Máxima Severidad Kilo 8, en Camagüey.
Cuando llegó a la Prisión de Kilo 8 las autoridades carcelarias le retiraron sus pertenencias y la jaba con los alimentos que había recibido en la visita del día anterior. Le dijeron que tenía que ponerse el uniforme de reo común e impusieron que también tenía que comerse la comida del penal, algo que contradecía los principios de Zapata, ya que jamás ingirió alimento de los distintos centros penitenciarios por los que transitó, haciendo uso solamente del agua del penal y consumía los alimentos que le llevábamos los familiares. En estos momentos en que solicitando y protestando por tratos humanos le fueron añadiendo años a su condena inicial hasta sumar 57 años y 6 meses.
De todos estos años de sanción decidieron realizarle una conjunta que quedó fijada en 25 años, ignorando los 7 años cumplidos desde el 2003 cuando fue encarcelado..
A mi hijo lo forzaron prácticamente a realizar una huelga fatal.
Usted y su hermano Fidel han hablado siempre de los ideales por los que se lucha. Zapata Tamayo fue digno hasta la muerte por sus convicciones y por la forma de defender sus ideales.
Las demandas de mi hijo Zapata eran negociables, pero el curso de los acontecimientos demostraron que el destino de él ya estaba trazado por las autoridades.
Mi hijo estuvo un mes y 3 días en una celda de la Prisión Kilo 8 tirado en el piso. Eso, ordenado por el jefe de la prisión Coronel Filiberto Hernández Luis suspendiéndole el agua durante 18 días. Represalia por la cual, a nuestro juicio, fue la que lo llevó a un desenlace fatal.
El día 6 de enero de 2010 lo trasladaron al Hospital de Camagüey «Amalia Simoní», horas más tarde lo regresaron al penal ubicándolo en la enfermería donde lo llevaron por 2 veces en estado grave. Allí le pasaron videos y le tomaron fotos, demostrando a las claras la elaboración de un plan bien pensado.
Posteriormente, el 18 de enero del 2010, lo trasladan de nuevo para el Hospital Amalia Simoní. El 6 de febrero del 2010 lo pasan par un cuartico improvisado, mal llamado de «terapia intensiva,» el cual no tenía agua y yo tenía que atravesar 3 rejas para verlo. Tampoco existían equipos de primeros auxilios. Para colmo, dicho cuarto tenía un aire acondicionado que sólo se apagaba cuando bañaba a mi hijo, pasando frio y contrayendo una neumonía.
A mi hijo Zapata lo trasladan para la Prisión Combinado del Este en La Habana, el 16 de febrero del 2010, llevándolo para el hospitalito de la prisión y por primera vez es entubado.
A mí se me dijo siempre que la presión arterial de mi hijo estaba cada día mejor. El día 22 de febrero en las últimas horas lo llevaron para el hospital Hermanos Ameijeiras. Esa noche ocurrió la famosa conversación en El Combinado del Este que el gobierno, sin mi consentimiento y con cámaras ocultas, manipuló y difundió por los medio televisivos.
En una ocasión el oficial de la Seguridad del Estado de apellido Tamayo me preguntó, delante de mi otro hijo Rogelio Zapata Tamayo, que si ocurría un desenlace fatal ¿qué usted haría con el cadáver?
En esos momentos mi hijo aun vivía, una clara manifestación de que las autoridades habían determinado la muerte de Zapata. Ya todos saben que pocas horas después, el 23 de febrero del 2010 a la 3:15 de la tarde, falleció mi hijo.
Señor Raúl Castro Ruz no creo que el gobierno hizo lo posible para salvar a mi hijo Orlando Zapata Tamayo y las imágenes tomadas con antelación revelan la complicidad de un asesinato.
Muchos fueron los intentos para que usted decidiera a favor de la vida de mi hijo:
El 25 de diciembre de 2009 en Holguín, compatriotas de Zapata se plantaron para que el mundo conociera de la lucha justa de mi hijo. El 16 de enero de 2010, en la propia vivienda de Orlando Zapata en el municipio de Banes, en la provincia de Holguín, un grupo de hermanos ideológicos permanecieron junto a los familiares demandando a las autoridades el estado crítico de Zapata, a pesar del acoso y detenciones contra todos los que se pronunciaron a favor, prolongándose este acto de solidaridad con Zapata hasta el 21 de enero de 2010. El 3 de febrero de 2010 otros jóvenes de la zona oriental y de la ciudad de Camagüey se lanzaron a las calles del propio Camagüey. Para que también conociera usted sobre la situación de mi hijo Zapata, nos dirigimos al Ministerio de Justicia y a la Fiscalía General de la República de la Provincia de Camagüey, los cuales rechazaron nuestro pedido.
En La Habana también se hicieron esfuerzos para salvar la vida de mi hijo. La prensa internacional era una vía mas a las súplicas de muchos cubanos por salvar a mi hijo y que el gobierno hizo caso omiso, pudiéndole impedir por parte de ustedes esa muerte tan dolorosa para mi.
Las filmaciones mostradas por la televisión nacional son reflejos de que el gobierno se preparó para enfrentar a la opinión pública internacional. Las explicaciones de los médicos fueron puramente técnicas y sólo en las últimas horas mostraron preocupación por el estado de salud de Zapata, cuando ya no había nada que hacer.
Hasta este momento no tengo el certificado de defunción de mi hijo.
Señor Raúl Castro Ruz, por las consecuencias derivadas en donde su gobierno pone en tela de juicio la actitud de la familia y la integridad moral de mi hijo, solicito:
Que se abra un proceso investigativo sobre las causas originales de la huelga de hambre, así como también que se haga una exhumación de los restos de mi hijo donde participen un equipo de médicos internacionales para que de manera transparente quede al descubierto la verdadera razón por la que murió, teniendo en cuenta que el cuerpo y la vida de Zapata quedaron solamente en las manos de los que quisieron verlo muerto.
Dios quiera mi hijo repose en paz y que me dé las fuerzas para continuar lo que evidentemente se ha levantado; una batalla por la justicia y la gloria de Orlando Zapata Tamayo.
Reyna Luisa Tamayo Danger.
Enlaces: Solidaridad Española con Cuba
Autor: Payolibe/SEC